Siempre estuve en la búsqueda de hacia donde me dirijo y a donde realmente quiero dirigirme, entonces caí con un hombre sabio, psicopedagogo, con el cual tuve un ciclo de reflexión cuando entre a los 15 años, y todo este ciclo termino con una frase de él que llego muy adentro mío; tanto que fue una de las cosas que más he meditado y vuelto a pensar nunca, "Vos estas condenado al éxito", fue algo que no esperaba que él diga, pero lo sentí personal, se que él no se lo dice a todos y sé que a mí me lo dijo porque me miraba con los ojos que uno mira a un ejemplo a seguir.
Siempre medite porque me dijo eso, ¿porque fue esa su condena hacia mí? Sabiendo que realmente estaba condenado al éxito porque no me condeno a la felicidad (es lo que en la mayoría de los casos le falta a las personas exitosas), pero no, él quería que yo supiera que el éxito iba a perseguirme y alcanzarme, haga lo que haga, que yo no estaba condenado a ser de la mayoría.
La verdad durante meses estuve deseando ser de la mayoría porque presentía que la felicidad no iba a estar conmigo, siempre sentí que ella me dejaba con gran facilidad, pero el éxito siempre estaba ahí en la mayoría de mis acciones.
Luego me cruce con otro sabio, y sus palabras cambiaron mi enfoque sobre este tema, fue casi al pasar que escuche algo que él tenía para mí, pero conocía a esta persona desde antes. "La felicidad no es un destino, es un trayecto"; esto me puso bastante contento, y abrió mis ojos hacia un nuevo abanico de ideas y posibles trayectos (nunca había considerado la idea de trayectos dentro del destino, pero así es). Mi destino, la suma de mis actos, siempre tienden al éxito, pero yo decido si la felicidad estará ahí o no. Yo decido el trayecto por el que voy a llegar; que cosas dejo a un costado, y que cosas guardo.
Toda esta historia me hace pensar que sabiendo que ya estoy condenado tengo que usar bien mi inteligencia para también poder encontrar la felicidad y el amor que tanto deseo tener. Pero es algo que me cuesta y ahora estoy en busca del gran éxito, la gran época de felicidad la buscare más adelante. Siento en mi un peso de usar mis capacidades y no dejarlas de lado, no me siento mejor al resto, por el contrario, me siento más enjaulado…
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